Aunque las políticas de confinamiento se flexibilicen, retornar a nuestras rutinas habituales previas será difícil. Por esta razón, resulta imprescindible crear nuevos hábitos para estudiar y hacer ejercicio durante estos meses. Nuestras recomendaciones ayudarán a lograrlo exitosamente.
¿Cómo estudiar para un examen?
La clave para estudiar radica en la energía del cuerpo. Para obtener energía, es fundamental una alimentación equilibrada y, en este sentido, el desayuno juega un papel protagónico. Consumir lácteos, huevos y cereales estimulará el cerebro y otorgará la concentración necesaria para comenzar a estudiar.
La mayoría de los especialistas recomiendan estudiar por la mañana ya que el cerebro estará mejor preparado para afrontar una sesión de estudio tras una buena noche de descanso. Asimismo, es importante que las sesiones de estudio no duren más de 20 minutos y se incluyan 10 minutos para descansar. Se recomienda comenzar con el tiempo suficiente para poder abarcar todos los contenidos y establecer objetivos basados en la mejor organización del tiempo.
Encuentrar un método de estudio adecuado para cada uno es la clave del éxito. Las tarjetas de memoria, los mapas mentales y el trabajo en grupo son buenos aliados.
Empezar a hacer ejercicio
Sin importar el tiempo que haya pasado, nunca es tarde para comenzar a ejercitarse. Para empezar, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
- Planificar una rutina con objetivos realistas cuya intensidad aumente progresivamente.
- Hacer, por lo menos, 30 minutos de ejercicios aeróbicos por día.
- Fraccionar el tiempo de ejercicios en sesiones de 10 minutos y descansar.
- 60 minutos de ejercicios por día darán beneficios adicionales.
- Complementar los ejercicios aeróbicos con actividades que fortalezcan los músculos.