Aspectos fundamentales
Encontrar la residencia para estudiantes ideal es una tarea más compleja de lo que pueda parecer en un principio. Se trata del lugar donde viviremos durante una larga temporada alejados de nuestro hogar, exactamente lo que dure el curso universitario. Por ello, os hablaremos sobre algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de buscar una residencia.
Lo principal es que las habitaciones sean silenciosas y confortables, al ser el sitio donde se descasará y se recuperarán las fuerzas para volver a trabajar en los estudios, así que es preferible huir de zonas de ocio nocturno y lugares similares que puedan alterar el sueño, también tener en consideración el tamaño de las habitaciones, la calidad del mobiliario o lo masificado que esté el lugar.
Otro punto importante son los servicios que ofrece la residencia y las instalaciones con las que cuenta. Detalles como servicio de limpieza de habitaciones, lavado y planchado de ropa, calefacción y aire acondicionado o acceso a Internet son tareas que nos proporcionarán una mayor comodidad y ahorro de nuestro tiempo. Si la residencia dispone biblioteca, parking y áreas de descanso y ocio, son otros factores muy a tener en cuenta.
El aspecto de las distancias también resulta útil, es decir, valorar lo cercana que se encuentre la residencia del lugar donde se imparten las clases. Si el camino hasta la universidad es largo, puede suponer un mayor gasto en transporte y de tiempo. Por ello, debemos tener en consideración que aunque el precio sea mayor en una residencia más cercana a los centros, a la larga supone un ahorro de dinero y tiempo libre para otras actividades.
Por último, os hablaremos de la que sea probablemente la faceta que menos se tiene en cuenta al seleccionar una residencia para estudiantes, se trata del enriquecimiento personal. Estudiar fuera del hogar, o más concretamente, fuera de la ciudad donde has crecido, es una nueva experiencia que no solo te generará nuevos conocimientos académicos, se trata de una oportunidad para crecer como persona. Hay que tener en cuenta el ambiente que se vivirá en la residencia y el tipo de alumnos con los que compartirás experiencias durante la estancia. Obtener valores como la confianza, la dedicación, la solidaridad o la disciplina son características que fomentan el valor de uno mismo.