Una residencia de estudiantes debe ofrecer el máximo confort. Por ello, la calidad y la estética cuidada de las instalaciones deben estar acompañadas por una variedad de servicios. Una oferta que se adapta a las necesidades de los residentes. La limpieza de habitaciones y de las zonas comunes es clave. ¿Qué otros factores conviene valorar?
Calefacción y aire acondicionado
Las habitaciones están perfectamente equipadas con un mobiliario práctico. Pero, además, existe otro servicio básico: la calefacción aporta una temperatura agradable durante el otoño e invierno. El aire acondicionado, por el contrario, refresca el lugar en jornadas con altas temperaturas.
Lavandería
El servicio de lavandería es ideal para tener en perfecto estado las prendas del fondo de armario.
Biblioteca
La zona de biblioteca es uno de los lugares más prácticos de la residencia. La estancia propicia el silencio y la concentración durante el estudio.
Conexión a Internet
El uso de las nuevas tecnologías es frecuente durante el tiempo libre, aunque la consulta de distintas fuentes también puede tener una finalidad educativa. Conviene buscar una residencia que ofrece servicio de conexión a Internet en algunas o en todas las instalaciones.
Comedor
El servicio de comedor es clave para disfrutar de desayunos, comidas y cenas. Un servicio que pone de manifiesto la importancia de la alimentación saludable y la conversación en torno a la mesa.
Existen otros servicios prácticos como el aparcamiento, que conviene poner en valor.
