Como países de cultura mediterránea y mismas raíces lingüísticas, a España e Italia nos unen más temas de los que nos separan. Sin embargo existen diferencias culturales que un visitante italiano debe tener en cuenta al visitarnos, máxime si piensa alargar su estancia estudiando aquí.
En principio no existe mucha diferencia entre los planes de estudios de España y de Italia, estando ambos adaptados al Proceso de Bolonia. Los diversos grados, másteres y doctorados tienen una duración similar y la mayor diferencia a la que se verá sometido nuestro turista por necesidad será la cultural.
Por ejemplo: nuestro amigo llega a la residencia de estudiantes villaviciosa de Odon, y se ha de presentar a un grupo de chicas y chicos con los que va a tratar durante el año. Los chicos tratarán de saludarle dándole la mano, mientras que las chicas por costumbre le darán dos besos en las mejillas. Primer problema: en Italia son las personas del mismo sexo las que se suelen dar un ósculo en las mejillas, mientras que entre gente de distinto sexo se darán la mano. Teniendo en cuenta que además en España los besos los solemos dar de izquierda a derecha, y en Italia los dan al revés, puede que el saludo acabe en medio, con el consiguiente bochorno.
Si una vez acabadas las presentaciones le invitamos a un café, probablemente se sorprenderá de que no se lo den con un vaso de agua acompañándolo, pues esto es habitual en Italia mientras que aquí lo hemos de pedir. Además en Italia es muy común fumar durante las comidas, así que habrá que advertirle si esto nos molesta, pues probablemente no habrá reparado en ello.
Sin embargo el mayor problema es uno en el que no podremos ayudarle: los horarios de España no tienen mucho que ver con los del resto de Europa, así que tendrá que acostumbrarse a comer y dormir a deshoras. ¡Qué remedio!