Casi todos los estudiantes se ponen más o menos nerviosos a la hora de enfrentarse a un examen. ¡Casi todos! Si a ti también te atenazan los nervios y sientes justo antes de éste que te has quedado en blanco, presta mucha atención: estos 4 sencillos trucos te harán ganar confianza y decir adiós a esa terrible sensación de no haber aprendido nada.

Alimenta tus neuronas

La glucosa es el combustible de nuestro cerebro, por eso es tan importante ir desayunado al examen y tomar, a media mañana, un pequeño tentempié.

La fruta es una fuente natural de glucosa; si tienes que enfrentarte a una prueba muy complicada toma una pieza mientras lo haces: te ayudará a concentrarte.

Sin prisas

Cuánto más nervioso estés, menos discurrirá tu cabeza. Haz ejercicios de respiración antes de leer el examen para relajarte y analiza despacio cada enunciado, asegurándote de que has comprendido bien lo que te están pidiendo.

Desconecta

Cierra los libros y apuntes el día anterior al examen porque lo que no hayas aprendido ya, no lo vas a hacer en el último momento. Aprovecha para relajarte realizando alguna actividad que te ayude a desconectar: pasear, nadar, quedar con los amigos…

Café sí, pero con moderación

Las bebidas como el café, el té, alcohólicas y refrescos energizantes, pueden alterar tu concentración y estado de ánimo. Es mejor no abusar.

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